Aunque viva pegado a las rocas el percebe es un crustáceo, no un molusco. Se caracteriza por su robusto pedúnculo de color negro y las placas del caparazón, que se llama uña, blancas y resistentes. El pedúnculo o pie es lo que le permite adherirse a las rocas donde vive, en zonas muy batidas. Forma grupos o piñas.

El percebe gallego es más grueso y oscuro que el que viene de Marruecos y la uña tiene menos placas que el de Canada.

Marisco muy apreciado y cotizado.

Es un crustáceo que pertenece al orden de los decápodos. La nécora gallega tiene su concha hexagonal de color marrón oscura y textura de terciopelo. En el macho el abdomen es triangular mientras que en la hembra es más ancho y redondeado.

Vive en las cuevas y grietas que forman las piedras cerca de la costa, y también en fondos fangosos. Habita hasta profundidades de 70 metros. Su sentido de la territorialidad es muy fuerte lo que le hace atacar a los intrusos que penetran en él.

Su alimentación es omnívora, tanto se alimenta tanto de algas y peces muertos como de otros animales que sean más pequeños o débiles.